sábado, 16 de diciembre de 2017


                    Oh! capitán, mi capitán!


A la mar bravía echaron redes…
y enredados y curiosos entre aparejos y almadrabas
asomaron niños entre espumas de la Atlántida,
sin timón, aleteando.


Hacia la aurora buscaron
con la música como testigo
aunar almas gemelas
o simplemente quizá
dibujar una cantinela.


Entre mil ensayos, jolgorios y sonrisas
y sin mirar las agujas del reloj
afinan entre naranjos y limoneros, y ciruelos en flor
una dulce maquinaria
rezuman melodías con pasión.


Agita Alberto sus manos al viento
frunce el ceño, su mirada
se escuchan cantos y letanías
comienza el llanto…de la guitarra.


Dominan juntos puertos y montañas
entre caldos de la tierra
audiciones
y Pascual, como cruzada.


En el tiempo que sus voces quiebran
desvanecen como el Guadiana
con ardor en el corazón a la mar bravía regresan
llevándose consigo sapos cancioneros
y caballitos…de cartón.




juanluisbermejo